Hablar con las demás personas es relativamente fácil. Basta con hacer preguntas simples para entablar conversación.
Sin embargo, algo muy distinto es lograr que la persona se sienta a gusto hablando con nosotros.
Es muy común sentirse comprometido a responder preguntas que son de rutina, como por ejemplo: ¿Cómo está? ¿Qué tal el día?.
Esas preguntas pueden generar dialogo, pero no de la calidad que necesitamos para causar emoción en la otra persona.
Es por esto que debemos hacer un esfuerzo y encontrar las preguntas correctas; el tema correcto, mejor dicho.
Si repasamos los principios anteriores ya tenemos claro que lo más importante es mostrar interés real hacia las demás personas. Entonces, si deseamos que la persona se sienta a gusto hablando con nosotros, debemos de preguntarle por temas que le interesen.
Si toda la conversación gira entorno a los intereses de la otra persona, les aseguro que no sólo van a hacer que hable por horas, sino que también, van a generar más confianza y por ende, se pueden abrir más oportunidades.
Esas oportunidades pueden ser nuevos negocios, información importante para una nueva idea e inclusive, lograr que la persona se interese por lo que originalmente teníamos pensado ofrecer o negociar.
El principio #5 de cómo agradarle a las personas es: hablar en términos de lo que les interesa a los demás.
Si de primera entrada, sólo nos enfocamos en lo que nos interesa negociar o lograr, les aseguro que vamos a fracasar.
Para sacar el mayor provecho a este principio, algunas veces es necesario investigar un poco acerca de los intereses de la otra persona.
Por ejemplo, observar el escritorio u oficina en busca de alguna característica específica. Alguna fotografía de algún pasatiempo, algún evento al que asistió la persona.
Escuchar atentamente cuando habla fuera de horario de trabajo, por ejemplo durante los descansos o el almuerzo.
Esos espacios nos pueden brindar información valiosa acerca de los intereses de la persona. Una vez que identificamos lo que le apasiona, debemos de intentar obtener información mínima acerca del tema. Esto con el fin de entenderlo de manera general y poder discutir acerca de éste.
El autor, Dale Carnegie, es claro y nos advierte que sólo funciona si de verdad nos interesa el tema. Es decir, debemos ser sinceros cuando hacemos preguntas o cuando deseamos hablar con la persona.
Siguiendo este principio podríamos encontrar un pasatiempo nuevo, o inclusive un nuevo estilo de vida que nos llame la atención.
Si ponemos en práctica este principio, vamos a notar cambios en la actitud de las otras personas. Y por ende, resultados positivos en la forma en que tratamos con ellas.
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Referencias:
Libro Cómo ganar amigos e influenciar a las personas:
Versión en inglés. Versión digital.
Versión en español. Versión digital.